En
el siglo XVIII el imperio español cayó,
a raíz de sus políticas mercantilistas, en una crisis económica, política y
social que llevó a la corona española a replantearse sus políticas económicas
en la metrópoli y en sus colonias, para así salir del letargo económico en que
se encontraba. Una de esas reformas fueron los monopolios que heredó de la Casa
Francesa de los Borbones y el sistema de “renta estancada”, medida que ya conocía
por su implementación en Cuba, dicho mecanismo era de fácil administración y
más segura recolección de ingresos. Entre los productos estancados estaban el
tabaco, género con un alto nivel de consumo, cuyo proceso de producción no conllevaba mayor dificultad.
Por Real Cédula de 1766 para el Perú, La Nueva Granada, y la Nueva España se
ordenó la instauración del estanco del tabaco, un organismo diseñado por la Corona Española, para
controlar la producción y comercialización de este género con el cual pretendía
salir de la crisis económica y evitar el fraude a la renta, ya que este
producto se estaba sembrando en abundancia, impidiendo el normal desarrollo de
la producción tabacalera. Es así como empiezan los altos aranceles que empezó a
exigir la Corona española para poder sacar el mayor provecho de las riquezas de
las colonias. Para el caso del territorio nacional el establecimiento del
estanco tuvo dos fases en la primera el estanco de tabaco, operó bajo el
sistema de arrendamiento, que consistía en dejar en manos de particulares, el
funcionamiento de la renta y en la segunda la Corona empezó a ejercer un
control estatal directo sobre los cultivos y la producción tabacalera. En la
Nueva Granada fue el funcionario español y Regente Visitador
Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres, quien en 1778 se encargó oficialmente de la
reorganización y del establecimiento del estanco de tabaco por medio de la
administración directa, es decir, el control total de la renta por parte de la
Corona. (Gonzalez, 1975.)
El
funcionario Gutiérrez de Piñeres se hizo cargo de la creación de nuevos
distritos de siembra, administraciones principales, sub-administraciones,
estancos y estanquillos, además de la organización de los resguardos, creados
para evitar el contrabando de tabaco, Así mismo se encargó de que los
cosecheros quedaran en la obligación de sembrar un número determinado de matas,
entre otras medidas en torno al cultivo, producción, comercialización de
tabaco, que estaban destinadas a garantizar y asegurar la vigilancia de todo lo
referente al ramo del tabaco. (Patiño, 1974).
http://www.bibliotecanacional.gov.co/recursos_user/digitalizados/rm_369bis_400-404v.pdf
En el siguiente enlace se
encuentra el Plan de recaudo unido de rentas - Tabaco, naipe aguardiente,
pólvora y armada de barlovento - Juan Francisco Gutiérrez de Piñeres,
Bogotá, manuscrito, 22 de diciembre de 1780.
http://www.bibliotecanacional.gov.co/recursos_user/digitalizados/rm_369bis_400-404v.pdf
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El resguardo de tabacos de Francisco de Goya. Obra: https://www.museodelprado.es. |
Estas
medidas en el caso del valle del río Cauca, ocasionaron algunas molestias, pues en regiones como Buga y Cali, los campesinos se
sublevaron en respuesta al establecimiento del estanco de tabaco en 1778,
algo que podría decirse repercutió en la insurrección de los comuneros
del Socorro y de San Gil en 1781, cuando las clases dominantes criollas en
forma de protesta, quemaron las casas de los estancos, pues consideraban que su
establecimiento atentaba contra sus intereses.
Dicha
rebelión recrudeció el contrabando y el cultivo ilegal en regiones como el Hato
de Lemus, Toro y Cartago, haciendo que las autoridades tomaran medidas
estrictas para evitar este tipo de comportamientos por parte de cosecheros y
comerciantes que se encontraban inconformes con las medidas prohibitivas del
monopolio. (González, 1975).
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La rebelión de los comuneros, imagen: https://www.flickr.com/photos/historiasenconstruccion/1119890167
Dichas restricciones basadas en el control y la vigilancia, dieron como resultado la generalización
de prácticas como el contrabando y la siembra clandestina de tabaco, en todo el
valle del río Cauca y siguieron presentes en el periodo republicano.
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